Los Veinticuatro Ancianos
¿QUIENES
SON LOS 24 ANCIANOS?
Ahora pasaremos a
analizar e identificar a nuestro segundo grupo los “veinticuatro ancianos”;
estos aparecen repetidas veces en el libro del Apocalipsis. Vamos a reunir los datos
acerca de ellos para ver que descubrimos.
Estos están sentados
alrededor del trono de Dios, vestidos de túnicas blancas y con coronas de oro
(4:4; 14:3); estos echaron sus coronas delante del trono (4:10); adoraban y
alababan a Dios constantemente (5:11,14; 7:11; 11:16; 14:3; 19:4); presentaban
a Dios las oraciones de los santos (5:8); uno de ellos animó al Profeta Juan
cuando estaba triste (5:5); y otro actuó de intérprete de una de las visiones
(7:13).
En el Antiguo Testamento se hacen referencias a una especie de consejo que
rodea a Dios. El profeta Micaias vio a Dios sentado en el trono con todo el
ejército del Cielo junto a Él, a Su derecha y a Su izquierda (1R 22:19):
Entonces él [Micaias] dijo: Oye, pues, la
palabra de Jehová: “Yo vi a Jehová sentado en su trono, y todo el ejército
de los cielos estaba junto a él, a su derecha y a su izquierda. 20 Y
Jehová dijo: ¿Quién inducirá a Acab para que suba y caiga en Ramot de
Galaad? Uno decía de una manera y el otro decía de otra. 21 Entonces se
adelantó un espíritu, se puso delante de Jehová y le dijo: ‘Yo lo
induciré’. Jehová le preguntó: ‘¿De qué manera?’ 22 Él
dijo: ‘Saldré y seré un espíritu de mentira en la boca de todos sus profetas.’
Jehová le dijo: ‘Tú conseguirás inducirlo; ve, pues, y hazlo así.’
En Job, los hijos
de Dios venían a presentársele:
Un día acudieron a
presentarse delante de Jehová los hijos de Dios, y entre ellos vino también
Satanás.
Job 1:6
Otro día acudieron a presentarse delante de Jehová los
hijos de Dios, y entre ellos vino también Satanás para presentarse delante de
Jehová.
Job 2:1
¿POR QUE ESTABA SATANAS
EN ESTE GRUPO TAN SELECTO? LUCAS 4:5-6 dice:
“Luego lo llevó el diablo a un alto monte y le mostró en un momento
todos los reinos de la tierra. Le dijo el diablo: A ti te daré todo el poder de
estos reinos y la gloria de ellos, porque a mí me ha sido entregada y a
quien quiero la doy.
El libro de Lucas
dice que a Satanás le había sido entregado el reinado de la tierra ¿Cuándo le
fue entregado? Cuando Adán escogió servir a Satanás pues:
¿O no sabéis que a quien os presentáis a vosotros
mismos como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis,
sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia?
Romanos 6:16
Si Satanás venía de la
tierra, ¿De dónde venían los otros hijos se Dios? La escena que Job presenta
pareciera ser una reunión donde los hijos de Dios se reportaban delante de Dios
a rendir informes. Por tal razón Dios le pregunta a Satanás sobre el carácter
de Job (1:8). Los otros hijos de Dios guardaron silencio. La misma escena se
repite en el capítulo dos (1:1-3). Estos 24 ancianos pudiesen ser estos hijos
angelicales de Dios que representan a los mundos no caídos.
Isaías habla de Dios
reinando en gloria ante Sus ancianos:
“La luna se avergonzará y el sol se confundirá, cuando
Jehová de los ejércitos reine en el monte
Sión, en Jerusalén, y brille su
gloria delante de sus ancianos.”
Isaías 24:23
Puede que esto de los
ancianos tenga que ver con la idea del consejo o concilio celestial que rodea a
Dios. He aquí otros versículos que aluden la idea un consejo celestial:
“Dios se levanta en la reunión de los dioses; en medio de los dioses juzga”.—Salmos
82:1
Porque, ¿quién en el polvo será
comparado a YHVH? ¿Quién entre los hijos de DIOS llegará a ser como YHVH? 7
DIOS terrible en el consejo de los santos, Temido por todos los que están a su
alrededor. 8 Oh YHVH, Elohim Sebaot, ¿quién como Tú, poderoso YH? Tu fidelidad
te rodea. Salmos 89:6-8, BTX4
¡Tributad a YHVH, oh hijos de Elohim, Tributad a YHVH la gloria y la
fortaleza! Salmos 29:1, BTX4
La tradición judía
sostiene la idea de la existencia de un concilio celestial liderado por Dios,
que tiene una función importante en el universo y se encarga de juzgar,
purificar y tomar decisiones relacionadas con los seres humanos. Esta creencia
está respaldada por diversas citas del Talmud que mencionan explícitamente la
existencia de un concilio celestial y su papel en la vida de los seres humanos.[1] Véase las siguientes
citas que confirman esta idea:
"Los ancianos celestiales son los guardianes de los secretos divinos,
y sólo los revelan a aquellos que han sido elegidos por Dios para
conocerlos". Midrash Rabbah, Génesis 8:5
"El Trono de la Gloria está rodeado por ancianos, como está escrito:
'Su trono era de llama ardiente, sus ruedas, fuego ardiente. Un río de fuego
brotaba y salía de delante de él; miles y miles le servían, y millones estaban
de pie delante de él. El tribunal se sentó y se abrieron los libros' " (Daniel 7:9-10, Talmud
Babilónico, Chagigah 14a).
"Los ancianos celestiales son los ministros del Rey en el mundo
superior, y son los guardianes de los secretos de la Torá" (Zohar I:170b).
"Cuando los ancianos celestiales
se sientan en sus tronos, la paz reina en el mundo. Pero cuando se levantan de
sus tronos, el mundo se llena de confusión y caos" (Talmud Babilónico,
Pesajim 68b).
"Los ancianos celestiales son los guardianes del trono de Dios, y a
través de ellos se otorgan las bendiciones divinas" (Talmud Babilónico,
Shabbat 151b).
Cristo llamó a Satanás
el “príncipe de este mundo” (Juan 12:31) y Pablo lo llama “el dios de
este siglo” (2 Corintios 4:4). Cuando Satanás logró que Adán cayese,
Satanás le arrebató a Adán el dominio de este mundo y se constituyó en su
príncipe y representante—el cual le correspondía a Adán[2]. Por tal razón se
presentaba delante de la presencia de Dios en el cielo acusando a los hijos de
Dios (Apocalipsis 12:10). Esto, hasta que el otro Adán [Jesús] le derrotó en el
desierto y en la cruz del Calvario.
En el antiguo Israel
había tantos Sacerdotes que era imposible que todos oficiaran en el Templo al
mismo tiempo, así es que estaban divididos en veinticuatro turnos diferentes.
Cada uno tenía su presidente o líder por así decirlo, que se llamaba el “anciano”
de los sacerdotes. Algunas veces se llamaba a estos ancianos príncipes o
gobernadores de la casa de Dios (1 Crónicas 24:7-18). Se sugiere que los
veinticuatro ancianos representan simbólicamente los veinticuatro turnos de
sacerdotes. Presentan a Dios las oraciones de los fieles (Apocalipsis 5:8), lo
que era una misión sacerdotal. Los levitas estaban divididos igualmente en
veinticuatro turnos para los trabajos del templo, y alababan a Dios con arpas y
salterios y címbalos (1 Crónicas 25:6-31), y los ancianos en Apocalipsis
también tenían arpas (Apocalipsis 5:8). Así es que los veinticuatro ancianos
puede que representen el ideal del Templo Celestial del culto terrenal de los
sacerdotes y levitas en el Templo.
En la mayoría de las
civilizaciones antiguas se ha creído que las personas de edad son las más
capaces para gobernar el pueblo. De ahí que a menudo los gobernantes o líderes
se llamen "ancianos". En la Biblia, "anciano" es
traducción de la palabra hebrea זָקֵן (zaquén) y de la griega presbyteros.
Había ancianos en los
pueblos de Egipto (Gn 50:7), de Moab y de Madián (Nm 22:7). Aun cuando eran
esclavos en Egipto, los israelitas tenían ancianos (Éx 3:16). Durante la
peregrinación en el desierto se formalizó la institución debido al consejo de
Jetro (Éx 18:21). En el período siguiente, cada ciudad tenía su cuerpo de
ancianos que actuaban como jueces (Dt 19:12; 21:2; 22:15; 25:7; Jos 20:4). El número
de 70 quedó como norma (Éx 24:1; Nm 11:16-25; cf. Jue 8:14).
El cuerpo nacional,
"los ancianos de Israel", ejercía bastante influencia durante
la monarquía (1 Samuel 8:4; 2 Samuel 5:3; 1 Reyes 8:1, 3; 20:7, etc.), durante
la cautividad (Ezequiel 8:1; 14:1; 20:1) y en la época de Esdras. En las
sinagogas había un consejo de ancianos gobernantes, era normal que las iglesias
cristianas sigan esta estructura, que en principio nació en el Éxodo e
inclusive mucho antes. Cada congregación tenía su presbítero o Anciano, pero el
oficio de anciano cambió. La Escritura dice que los ancianos debían de visitar
a los enfermos en una labor pastoral (Santiago 5:14) y de predicar la Palabra
(1 Timoteo 5:17).
Había ancianos en la
primera iglesia de Jerusalén (Hechos 11:30), aunque no se nos explica cómo se
nombraron, y participaban en el concilio con los apóstoles (Hechos 15:4, 6, 23;
16:4). Pablo y Bernabé "constituyeron ancianos en cada iglesia"
de Asia Menor, con oración y ayuno (Hechos 14:23), y se instó a Tito a que
hiciera lo mismo en Creta (Tito 1:5). Pablo pronunció un discurso a los
ancianos de la iglesia de Éfeso (Hechos 20:17), y más tarde recomienda que "los
ancianos que gobiernan bien sean tenidos por dignos de doble honor" (1
Timoteo 5:17). Pedro se identifica como anciano (1 Pedro 5:1) y también Juan (2
Juan 1; 3 Juan 1).
Puesto que el verbo
"supervisar" se usa en 1 Pedro 5:2 para describir la función de los
ancianos, y Pablo llama "obispos" a los ancianos de Éfeso (Hechos 20:28;
Tito 1:5-7), parece que los términos anciano y obispo eran intercambiables.
El número veinticuatro
se forma al multiplicar doce por dos. Doce representa el completamiento de la
administración de Dios (Mt. 19: 28). David dividió a los sacerdotes y a los
levitas en veinticuatro grupos para llevar a cabo el servicio de la
administración de Dios. Por lo tanto, antes de que los veinticuatro ancianos
angélicos son ellos los que llevan a cabo la administración de Dios en el
universo. Doce multiplicado por dos significa un fortalecimiento doble, lo cual
indica que la administración divina llevada a cabo por los veinticuatro
ancianos angélicos es fuerte.
Estos ancianos no
son los ancianos de la iglesia, sino los ancianos entre los ángeles, porque
aquí, antes de la segunda venida del Señor, ellos ya se encuentran sentados en
tronos (Mt. 19:28; Ap. 20:4). En la creación, los ángeles son los más antiguos.
Sus ancianos son los ancianos de toda la creación. El hecho de que estén
sentados en tronos y lleven coronas de oro sobre sus cabezas, indica que deben tener
autoridad en el gobierno del universo de Dios. Llegará el día cuando la
autoridad para gobernar la tierra será dada juntamente a los santos vencedores
(He. 2:5-9; Ap. 2:26-27; 20:4). El hecho de que estén vestidos con vestiduras
blancas y tengan arpas y copas de oro llenas de incienso (5:8) indica que ahora
ellos también son sacerdotes ante Dios; de igual manera, los vencedores
gobernantes serán los sacerdotes de Dios y de Cristo (20:6). Las coronas de oro
que llevan puestas los ancianos denotan su reinado y autoridad. Por
consiguiente, ellos son sacerdotes que sirven a Dios y reyes que reinan sobre
la creación.
Los veinticuatro
ancianos visten de blanco (Juan 20:12; Apocalipsis 19:14); aquí las vestiduras
blancas nos indican que estos ancianos no tienen pecado y que, a diferencia de
los santos redimidos, no tienen necesidad de ser lavados por la sangre del
Cordero (7:14):
“Y yo le dije: Señor mío, tú lo
sabes. Y él me dijo: Estos son los que vienen de la gran tribulación;
han lavado sus vestidos y los han emblanquecido en la sangre del Cordero.”
Se ha sugerido que los
veinticuatro ancianos representan a los doce patriarcas y los doce apóstoles
combinados. En la Nueva Jerusalén los nombres de los Doce Patriarcas estaban en
las doce puertas, y los de los Doce Apóstoles en las piedras fundacionales del
muro.
Las coronas
(στέφανος) que los 24 ancianos poseen hablan de su rango y oficio.
Algunos pudieran afirmar que la palabra griega στέφανος (stefanos) representa
la corona o guirnalda dada a los vencedores sobre el pecado. Lo cierto es que
también nuestra palaba: "στέφανος" se utiliza también para
representar una corona real u oficio (Mateo 27:29; Apocalipsis 9:7; 14:14).
Los 24 ancianos se
mencionan junto a los 4 seres vivientes (querubines y/o serafines) y junto a
todos los ángeles que están delante del trono de Dios (Apocalipsis 7:11). Estos
son potestades celestiales que asisten junto al Trono del Altísimo y que están
revestidos de dignidad real, pues tienen coronas y se les llama "Señor"
(Apocalipsis 7:14). Pueden muy bien ser la contraparte celestial de las 24
órdenes sacerdotales del Templo en la tierra, así como el Sumo Sacerdote
terrenal era la contraparte del Sumo Sacerdote Celestial. El Apóstol Pablo
menciona la existencia de principados y potestades en los lugares celestiales:
“todo esto es para que ahora sea dada a
conocer, por medio de la iglesia, la multiforme sabiduría de Dios a los principados
y las autoridades en los lugares celestiales”
Efesios 3:10
Además, el apóstol Pablo
dice:
“Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos
y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean
dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de
él y para él.”
Colosenses 1: 16
Los versículos
mencionados implican la existencia de principados, tronos, dominios y
potestades en los cielos. Al parecer la tierra es el único sistema donde el
pecado entró y todo el cielo está trabajando en perfecta unidad a favor del
planeta caído.
Cuando los judíos estaban en Babilonia no
pudieron evitar estar en contacto con ideas de allí. Y bien puede ser que
algunas veces incorporaran ideas babilónicas en su propio pensamiento;
especialmente cuando eran semejantes a las suyas. Los de Babilonia tenían
veinticuatro dioses estrella, porque el culto de las estrellas era una parte
esencial de la religión babilónica; y se ha sugerido que esos llegaron a ser
los veinticuatro ángeles que rodeaban el trono de Dios, a los que los ancianos
representan aquí.[3]
Lo que podemos afirmar es que estos son “ángeles
poderosos que forman parte del concilio celestial”[4] y que estos ángeles están asociados
de alguna manera especial con el gobierno de Dios, debido a las funciones que
desempeñan sentados en sus tronos[5], todo parece apuntar a esta conclusión. Lo que vemos reflejado en la
literatura judía, 2 Enoc 4:1: “Ellos trajeron frente a mí a los ancianos y gobernantes
de las ordenes estelares”. Estos son los Hijos de Dios de Job.
La visión aquí de los 24 Ancianos puede traernos a
la mente la imagen del Sanedrín Judío. La
palabra Sanedrín viene del hebreo rabínico, que a su vez es una palabra que es
préstamo del griego duvésptov (synedrion", sala de consejos, consejo,
asamblea), formado con un sufijo de resultados o colectivos -oin a partir del
vocablo aivcbpoc (sýnedros, el que se sienta juntamente con otros, compañero de
asiento, después miembro de un consejo o asamblea). Esta palabra está formada
con el prefijo ovv- (conjuntamente) y la raiz de la palabra topo (hedra",
asiento, superficie plana). De manera que esta palabra comparte raiz con
vocablos de origen griego como exedra, poliedro, tetraedro, cátedra y hasta la voz
patrimonial cadera que nos llega por evolución patrimonial de cathedra,
préstamo griego en el latín. El vocablo se asocia a una raiz indoeuropea sed-
(sentarse) a la que también se vinculan los verbos latinos sedere (estar
sentado) y sidère (sentarse), de donde palabras como sedente, sedimento, sede,
disidente, presidente y un largo etcétera. El Sanedrín es una vieja institución
en la cultura judía y entre los antiguos judíos había sanedrines o consejos
menores en todas las ciudades, si bien sobre todo se conocía como Sanedrín al
Gran Sanedrín o consejo de Estado. La tradición religiosa judía la hace
remontar a los tiempos de Moisés, así como el número de sus miembros, que son
70, más el sumo sacerdote que los preside, en total 71, miembros que pertenecen
a las élites sacerdotales, aristocráticas y de los altos escribas. Tiene
altísimas competencias, pues no sólo regula las doctrinas religiosas y todo lo
referente a religión, también
Ilustración
13: The Sanhedrin in session, from
an 1883 encyclopedia. |
El Sanedrín tenía su sede aneja al templo de Jerusalén
según Flavio Josefo. En resumidas cuentas, el Sanedrín era, la Corte Suprema de
la ley judía cuya misión era administrar justicia interpretando y aplicando la
Torah, la ley sagrada. Era competente en asuntos religiosos, penales y civiles.[6]
Entre los judíos de habla griega, gerousía, “la
asamblea de los ancianos” fue aparentemente el nombre común del Sanedrín,
por lo menos al principio; en el hebreo post-bíblico el apelativo Beth-Din,
“casa de juicio”, parece haber sido bastante popular. Que según la tradición ésta
procede de Esdras, Nehemías y sus compañeros, corresponde al consejo de
ancianos mencionado en 1 Mac 12: 6,35; 14:19,28; cf. Eclesiástico 7:7), y acabará
convirtiéndose en el Sanedrín de la época romana que menciona el Nuevo
Testamento. Con respecto al número de jueces que conformaban los diferentes
tribunales, la mishná presenta un midrash halájico: “El Gran Sanedrín estaba
compuesto por setenta y un jueces, y un Sanedrín menor estaba compuesto por
veintitrés”.[7] Los miembros del Sanedrín se
sentaban en un semicírculo de modo de poder verse entre sí mientras deliberaban.[8]
¿QUIENES
NO SON LOS 24 ANCIANOS?
APOCALIPSIS 4:4:
“Alrededor del trono había veinticuatro
tronos, y en los tronos vi sentados a veinticuatro ancianos vestidos de ropas
blancas, con coronas de oro en sus cabezas.”
APOCALIPSIS
4:6:
“también delante del trono había como un mar
de vidrio semejante al cristal, y junto al trono y alrededor del trono había
cuatro seres vivientes llenos de ojos por delante y por detrás.
Los veinticuatro ancianos no son ni serafines ni
querubines, los ancianos se distinguen de ellos, recordemos que en Ezequiel 1
se mencionan los cuatro seres vivientes, que son los serafines y querubines,
ángeles asistentes al trono (EJ Génesis 3:24 – 1 Reyes 6:23); los querubines
del huerto de Edén protegiéndolo de Adán y Eva y los querubines del arca. Los
ojos por delante y por detrás simbolizan la naturaleza omnisciente de Dios.[9]
Apocalipsis 5:11-12:
“Miré, y oí la voz de muchos ángeles
alrededor del trono, de los seres vivientes y de los ancianos. Su número era
millones de millones, y decían a gran voz: «El Cordero que fue inmolado es
digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la
gloria y la alabanza.”
Al observar estos versículos vemos que los
veinticuatro ancianos no son parte de la hueste angélica ni de los seres
vivientes. Aquí vemos que hay tres grupos en Apocalipsis 5: los ancianos se
distinguen de entre ellos.
Ahora preguntémonos: ¿Son parte de la gran
muchedumbre?; la respuesta es No, notemos que uno de los ancianos le preguntó a
Juan que quienes eran los integrantes de la gran muchedumbre de toda nación
tribu y lengua:
“Después de esto miré, y vi una gran multitud, la
cual nadie podía contar, de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas.
Estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas
blancas y con palmas en sus manos. Entonces uno de los ancianos habló,
diciéndome: «Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son y de dónde
han venido?»”
Apocalipsis 7:9,13
Apocalipsis 5 los versículos 9-10 da una apariencia
de que los ancianos son parte de los redimidos de toda la tierra, las primicias
que Jesús llevo consigo, pero Apocalipsis 7:13 dice que no. Así que en
apocalipsis 5:9 y 10 en las versiones hispanas y en ingles de todas las
traducciones conocidas en la KING JAMES[10] tienen un error
de traducción. Claramente esto permite a confundir a las personas y abolir esta
teoría de los ancianos como ángeles poderosos, los Hijos de Dios, los más
excelsos y poderosos ángeles de Dios, porque el texto dice “tu nos redimiste”.
Veámoslo:
8 Cuando hubo tomado el
libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron
delante del Cordero. Todos tenían arpas y copas de oro llenas de incienso,
que son las oraciones de los santos. 9 Y cantaban
un cántico nuevo, diciendo: «Digno eres de tomar el libro y de abrir sus
sellos, porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para
Dios, de todo linaje, lengua, pueblo y nación;10 nos has hecho
para nuestro Dios un reino y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra.»
Apocalipsis 5:8-10
Al observar estos versículos notamos además otro error, como sabemos los
cuatro seres vivientes son ángeles de la categoría: “Querubines y serafines”;
y al analizar estos textos vemos que estos seres vivientes exclaman unánimes
con los ancianos que “nos redimiste de todo linaje, lengua y pueblo y nación”,
pero ahora nos preguntamos ¿Acaso los querubines son humanos de toda tribu
lengua y nación?, claro que no, hay un error de traducción, la evidencia
textual apoya esto y establece como en el versículo 10 el texto “los”, con referencia
a los redimidos del Apocalipsis 5:9. La variante “nos” quizá fue tomada por los
traductores de la RVR de la Vulgata latina. Por lo tanto, es evidente que en el
Apocalipsis 5:10 los que hablan no se incluyen específicamente como “reyes y
sacerdotes”.[11]
Traducciones modernas corrigen este error.[12]
Una mejor traducción podría ser la de Apocalipsis 5:8-10 en Nueva Versión Internacional
(NVI):
Y entonaban este nuevo cántico:
«Digno eres de recibir el rollo escrito y de romper sus sellos, porque
fuiste sacrificado, y con tu sangre compraste para Dios gente de toda raza,
lengua, pueblo y nación. De ellos hiciste un
reino; los hiciste sacerdotes al servicio de nuestro Dios y reinarán sobre
la tierra».
O el de
la Reina Valera Actualizada:
Ellos entonaban un cántico nuevo,
diciendo: “¡Digno eres de tomar el libro y de abrir
sus sellos! Porque tú fuiste inmolado y con tu sangre has redimido para Dios
gente de toda raza, lengua, pueblo y nación. Tú
los has constituido en un reino y sacerdotes para
nuestro Dios, y reinarán sobre la tierra”.
Esto tiene respaldo del Apocalipsis en hebreo que lo vierte de la
siguiente manera:
“y cantaban un cántico nuevo
diciendo: Tú eres digno de tomar el rollo y abrir sus sellos; porque tú fuiste
inmolado, y con tu sangre has redimido para el Poderoso gente de toda
familia y lengua y todo pueblo y nación; y los has hecho reyes y
sacerdotes para nuestro Poderoso”[13]
Es decir “Ni los cuatro seres vivientes ni los 24
ancianos son redimidos porque ellos están cantando en cuanto a los redimidos”.
Como conclusión: Los ancianos no son parte de la hueste angelical común ni
miembros de la familia humana. Deben pertenecer a otra categoría de seres
angélicos.[14]
¿Porque los Ancianos no
son Humanos? Resumamos las razones vistas por las cuales los ancianos no pueden
pertenecer a la raza humana:
1. Los ancianos van estaban presentes en la sala de recepción celestial antes
que Jesús llegara al cielo en su ascensión (cf. Apo 4-5:4). Por eso los
ancianos no pueden ser los que resucitaron con Jesús.
2. Tanto los ancianos como los cuatro seres vivientes cantan este himno.
(Apocalipsis 5:8-10), y de acuerdo con la evidencia textual ¡Resulta claro que
los cuatro seres vivientes (que son serafines o querubines) no fueron redimidos
ni reinaran sobre la tierra!
3. Los que fueron redimidos por el cordero de “todas naciones y tribus y
pueblos y lenguas” se distinguen del anciano que hizo la pregunta:
Apocalipsis 7:13-17[15]:
Uno de los ancianos me preguntó diciendo: —Estos
que están vestidos con vestiduras blancas, ¿quiénes son y de dónde han venido? 14 Y
yo le dije: —Señor mío, tú lo sabes. Y él me dijo: —Estos son los que vienen de
la gran tribulación; han lavado sus vestidos y los han emblanquecido en la
sangre del Cordero. 15 Por esto están delante del trono
de Dios y le rinden culto de día y de noche en su templo. El que está sentado
en el trono extenderá su tienda sobre ellos. 16 No
tendrán más hambre, ni tendrán más sed, ni caerá sobre ellos el sol ni ningún
otro calor; 17 porque el Cordero que está en medio
del trono los pastoreará y los guiará a fuentes de agua viva, y Dios enjugará
toda lágrima de los ojos de ellos.
Estos son seres celestiales que por su posición reciben la clasificación de ancianos. Como al observar, el vocablo anciano"(presbiteros) que es un término
que denota un oficio de gobierno, es decir (Apocalipsis 5:17; cf. Ex 3:16; 18:13-26; 24:9) se refiere a uno que gobierna (véanse 1 Timoteo 5:17.8:4). Los ancianos celestiales están muy por
encima de los ángeles comunes. Su responsabilidad puede ser el ejercicio
de supervisión en el ámbito celestial bajo la autoridad del Señor Dios
Todopoderoso: “un Concilio”. Están sentadas en tronos como demostración de su
posición (véase Col. 1:16; también Daniel 4:13, 17, 23: 10:13). La Biblia da a
entender la existencia de rangos y/o potestades dentro de las huestes
celestiales, según lo declaran ciertos pasajes vistos y analizados. El contexto
presenta un cuadro de la organización de la autoridad celestial.[16]
Por tanto, no habrá
dificultad para entender a los veinticuatro ancianos como un cuerpo de ángeles
elevados y poderosos que ayudan a ejecutar el gobierno divino en el universo[17]. Las ropas blancas son
la vestidura de los ángeles (Juan. 20:12; Mateo. 28:3: Hechos. 1:10, Marcos.
16:5). El apóstol Pablo se refiere a ciertos órdenes de ángeles como tronos,
principados, gobernadores (Col. 1:16: Ro. 8:38: Ef 3:10). En el Antiguo
Testamento, Dios aparece a veces rodeado por un concilio de seres celestiales: “Dios
temible en la gran congregación de los santos, y formidable sobre todos cuantos
están alrededor de El” (Salmos 89:7). Dios reinará en el monte Sión y
delante de sus ancianos será glorioso (Isaias. 24:23), como hemos expuesto
el profeta Micaias vio a Jehová sentado en su trono, y todo el ejército de los
cielos estaba junto a El, a su derecha y a su izquierda (1 Reyes 22:19).
Asi es que llegamos a la
conclusión de que los veinticuatro ancianos son una compañía de ángeles o potestades
celestes que sirven como una especie de contraparte celestial de los Ancianos
de Israel (Éxodo 24:11), que son retratados como ayudadores del gobierno
divino. Adoran a Dios porque ha de llevar a la historia a su fin, juzgar a los
muertos y recompensar a sus siervos los profetas y los santos (11:18). Posiblemente
el número de veinticuatro se deriva del hecho de que había veinticuatro órdenes
sacerdotales en el Antiguo Testamento. Sin embargo, los ancianos no parecen
tener ninguna función sacerdotal distintiva. Sus canciones de alabanza a Dios
son tanto por la creación (4:11) como por la redención de los hombres (5:9). El
numero veinticuatro no es usado en el Apocalipsis bajo ninguna otra relación.[18] Hemos
mencionado anteriormente tanto los griegos como los judíos creían que todas las
cosas terrenales tenían una contraparte celestial; y se podría sugerir y
concluir que los “ancianos” es el ideal o la contraparte celestial de los
ancianos de las iglesias; y que son encargados del gobierno celestial como lo
muestran diversos pasajes de la escritura.[19] Algo
que se halla en la creencia rabínica en esta correspondencia celestial-terrenal;
por ejemplo se ve en Exodo Rabbah 33:4: "Cualquiera cosa que el Santo,
bendito sea él, creó arriba, de igual manera creó abajo." En el Siglo XIII,
en su comentario sobre Numeros 11:16, Nachmánides vio también "la
correspondencia entre el quorum[20] del
Sanedrín terrenal con el celestial."[21]
Ciertamente
podría ser difícil explicar las funciones celestiales, rangos y demás de los
veinticuatros ancianos, para que así se cumpliera lo escrito: “Las cosas
secretas pertenecen al Señor nuestro Dios, más las cosas reveladas nos
pertenecen a nosotros y a nuestros hijos para siempre, a fin de que guardemos
todas las palabras de esta ley”.[22]
Por todo lo visto hasta aquí, lo que podemos
concluir con relación a los ancianos es que, dado su autoridad, y posición es
que sean “jueces”, dado sus nombres: “24 ancianos”, a la cabeza de ello el “Anciano
de Días”, como Juez Supremo. Recordamos que unas de las funciones de los
ancianos en Israel eran de ser jueces, cada ciudad tenía su cuerpo de ancianos que actuaban como jueces
(Deuteronomio. 1:16-17; 19:12; 21:2; 22:15; 25:7; Josue 20:4)
Estos ancianos están sobre tronos, lo que apoya esta idea: “Y
vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar”
(Apo. 20:4) Es por esto, que lo vemos es una escena de juicio celestial. Lo que podemos afirmar aquí es que “están los querubines
y los serafines. Los comandantes de las huestes angélicas, los hijos de Dios,
los representantes de los mundos que nunca cayeron, están congregados. El
concilio celestial delante del cual Lucifer había acusado a Dios y a su Hijo.”[23]
[1] Vease
Sotá 33a; Berajot 10a; Hagigah 15a; Avodá Zará 3b ; Berajot 64a; Berajot 7a; Berajot
59b; Shabat 10a
[2] Historia
de los Patriarcas y Profetas p. 25.2; Ibid. 28.4, Ver en: https://m.egwwritings.org/es/book/183.94#101
cf. Deseados de todas las Gentes p.
103.2, ver en: https://m.egwwritings.org/es/book/174.505?hl=adan+era+el+Señor&ss=eyJ0b3RhbCI6NjQsInBhcmFtcyI6eyJxdWVyeSI6ImFkYW4gZXJhIGVsIFNlw7FvciIsInR5cGUiOiJiYXNpYyIsImxhbmciOiJlcyIsImxpbWl0IjoyMH0sImluZGV4Ijo0fQ%3D%3D#525
[3] Comentario al Nuevo Testamento por
William Barclay: Apocalipsis 4.
[4] Dianne Bergant y Robert J. Karris,
The Collegeville Bible Commentary: Based on the New American Bible with Revised
New Testament (Collegeville, MN: Liturgical Press, 1989), 1276.
[5] W. R. Newll, The Book of the
Revelation (Chicago: Moody Press, 1999), 373-4. Ver Tambien Ladd, 75.
[6] ¿Qué
era y en qué consistía el Sanedrín judío que condenó a Jesucristo?, https://confilegal.com/20190420-que-era-en-que-consistia-sanedrin/
[7] The
William Davidson Talmud (Koren - Steinsaltz), Sanhedrin 2a, 13.
[8] Mishná,
Sanh, IV, 2; Tos, Sanh, VII, 1.
[9] IGLESIA
ADVENTISTA DEL SEPTIMO DIA LOS 24 ANCIANOS DE APOCALIPSIS ORADOR: CARLOS CRUZ
NAVARRO.
[10] Los 144,000 y Los 24 Ancianos | Pastor
Esteban Bohr | SecretsUnsealed.org | Página 64-66
[11]
Comentario Bíblico Adventista Apocalipsis 5:9
[12]
Véase BTX, RVA -2015, NVI, NTV, LBLA, NBLA, NRV 1990 Etc.
[13] Texto hebreo de Franz Delitsch, Edición final
de julio del 2014, Ver en: https://sendaantigua.net/Docs-Audio/Revelacion/Apocalipsis-Hebreo.pdf.
[14] Los
144,000 y Los 24 Ancianos | Pastor Esteban Bohr | SecretsUnsealed.org | Página 65
[15] Ibid.
Página 69-70
[16]
Evis. L. Carballosa. o.c., pág. 109.
[17]
Algo que visto a la luz del Espíritu de Profecía podría ser entendido mejor.
Para eso compare lo que Elena de White cita de Apocalipsis 5 y su mención de
“ángel fuerte” de la siguiente cita: Manuscript Releases, vol. 12 pp. 296, 297,
(https://m.egwwritings.org/es/book/70.1384). (cf. El Deseado de Todas las Gentes p. 23.3;
773.10; Historia de los Patriarcas y Profetas 13.3)
[18] George Eldon Ladd. o.c., pág. 67.
[19] COMENTARIO
AL NUEVO TESTAMENTO – BARCLAY Apocalipsis 1:9
[20]
El quorum es la proporción o el número de asistentes que se requieren para que
una sesión de un cuerpo colegiado, en especial parlamentario, pueda comenzar o
adoptar una decisión formalmente válida.
[21]
El Día de la Expiación y la Purificación del Santuario, p. 469, Dr. Alberto R.
Treiyer
[22]
Deut. 29:29.
[23] El
Deseado de Todas las Gentes, p. 773.10 (Ellen Gould White)
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