Apocalipsis de Isaías
Isaías 24-27
A Isaías 24-27 se le ha denominado ‘el pequeño Apocalipsis’ o el “Apocalipsis de Isaías”, porque tiene muchos elementos en común con el último libro de la Biblia: “El Apocalipsis”.
v.1-3: He aquí que Jehová devasta la tierra y la arrasa, trastorna su faz y hace esparcir a sus moradores. Y sucederá, como al pueblo, así también al sacerdote; como al esclavo, así a su amo; como a la criada, a su ama; como al que compra, al que vende; como al que presta, al que toma prestado; como al acreedor, así también al deudor. La tierra será totalmente devastada y completamente saqueada, porque Jehová ha pronunciado esta palabra.
Pero si volvemos un poco atrás en el libro Isaías, en el capítulo 13 versículo 6, la devastación ocurre porque el gran día de Jehová ha llegado, es decir “la venida de Cristo”:
¡Aullad, porque cerca está el día de Jehová! ¡Vendrá como devastación del Todopoderoso!
Isaías 24 está describiendo una catástrofe global que va a afligir a el planeta tierra y ese evento catastrófico se llama la “segunda venida de Jesús”, catastrófico para los que rechazaron el evangelio y la infinita gracia de Dios, pero lleno de esperanza para los fieles de Dios, pero el enfoque de Isaías 24 se encuentra sobre estos que rechazaron el don de Dios, no sobre los justos ahora vamos a notar el contenido básico de este capítulo en ese evento catastrófico. Comentario: Aquí es una notable descripción de los terribles cataclismos que sacudirán la tierra en ocasión de la segunda venida de Cristo (Salmos 46:1-3, 6, 8; Apo. 6:14-16; 16:18-20).
Pero Hay una pregunta clave que debemos hacernos y es ¿Por qué cayó la tierra y se destruyó? La respuesta se halla en los versículos 4 y 5: “Se destruyó, cayó la tierra; enfermó, cayó el mundo; enfermaron los altos pueblos de la tierra y la tierra se contaminó bajo sus moradores; porque [1] traspasaron las leyes, [2] falsearon el derecho, [3] quebrantaron el pacto sempiterno.”
Notemos que la tierra se destruyó, cayo, enfermó y se contaminó por tres razones: 1. Los habitantes de la tierra transgredieron las leyes.
2. Falsearon el derecho (el estatuto).
3. Quebrantaron el pacto sempiterno o Eterno.
Estas tres expresiones deben entenderse como sinónimas. Las consecuencias de la contaminación.
El versículo 6 recalca nuevamente que la maldición devoró a la tierra por estas tres razones y como consecuencia quedaron pocos hombres:
“Por esta causa la maldición consumió la tierra, y sus moradores fueron asolados; por esta causa fueron consumidos los habitantes de la tierra, y disminuyeron los hombres—pocos hombres quedan en ella, la idea aquí es la de un “remanente” (LBLA)—.”
Nota: La traducción ‘disminuyeron los hombres’ es desafortunada. En realidad, el hebreo afirma: ‘pocos hombres fueron dejados.’ La palabra ‘dejados’ se refiere a un remanente que queda después de una calamidad. Los dejados aquí son los justos que sobreviven a la segunda venida.
Por ejemplo, en Isaías 4:1-3 se describe la destrucción de Jerusalén y los que quedan después de la desolación: “Y acontecerá que el que quedare en Sion, y el que fuere dejado en Jerusalén, será llamado santo; todos los que en Jerusalén estén registrados entre los vivientes.”
Examinemos más cuidadosamente las tres razones por las cuales la tierra fue destruida. La palabra hebrea ‘contaminó’ significa ‘ensuciar, corromper y contaminar moralmente. (Jeremías 3:9; 23:11).
1.Traspasaron las leyes
Jeremías 9:12-13 Enfatiza esta misma verdad. No cabe duda a cuáles leyes se refiere Isaías 24:6. La misma palabra se usa en por ejemplo Nehemías 9:13-14 a donde se vinculan el monte Sinaí, la ley y el sábado:
Nehemías 9:13, 14: “Y sobre el monte de Sinaí descendiste, y hablaste con ellos desde el cielo, y les diste juicios rectos, leyes verdaderas, y estatutos y mandamientos buenos, y les ordenaste el sábado santo para ti, y por mano de Moisés tu siervo les prescribiste mandamientos, estatutos y la ley.”
¡Éxodo 24:12 explica que las tablas de piedra que Dios le dio a Moisés en el Sinaí contenían la ley y los mandamientos que Dios mismo escribió con su propio dedo!
Éxodo 24:12: “Entonces Jehová dijo a Moisés: Sube a mí al monte, y espera allá, y te daré tablas de piedra, y la ley, y mandamientos que he escrito para enseñarles.”
¿Y cuál fue la ley que Dios escribió con su propio dedo?
Éxodo 31:18 tiene la respuesta, los diez mandamientos. David constantemente usó la palabra ‘ley’ en el Salmo 119 (por ejemplo, los versículos 18, 72, 97, 126 y 136. Nota: Algunos arguyen que la palabra Torá—ley—se emplea también para describir las prescripciones de la ley ceremonial. Pero Isaías 24:5 no puede referirse a estos ritos ceremoniales pues éstos caducaron cuando Cristo murió en la cruz. ¡Dios no castigaría al mundo por quebrantar leyes que ya no están vigentes! Así que estas ‘leyes’ tienen que ser perennes.
Es posible que originalmente la palabra Torá en Isaías 24:5 estaba en singular pues la versión siríaca, la Septuaginta y la versión caldea tienen la palabra en singular, como versiones en Español como la V.M 1929.
Cito la versión siriaca:
La tierra hizo lamentación y estuvo de duelo; el mundo lloró, se sentó e hizo lamentación; aun el altivo de la tierra se lamentó. La tierra ha llegado a ser como sus habitantes, porque han transgredido la ley, alteraron el mandamiento y estimaron en nada el pacto eterno.
Me gustaría Añadir que El Nuevo Testamento apoya este significado de la palabra ‘ley’. De hecho, la LXX de Isaías 24:5 usa la misma palabra griega que se traduce ‘transgresión de la ley’ en 1 Juan 3:4 e ‘inicuo’ en 2 Tesalonicenses 2.
Entonces vemos que una de las razones por las cuales Dios va a destruir la tierra en la Segunda venida del Señor Jesucristo es porque traspasaron la Ley de Dios , traspasaron los Diez Mandamientos, ahora esa es la perspectiva del libro de Isaías, pero será que el Nuevo Testamento también nos dice que los impíos se van a perder por que quebrantaron los mandamientos de Dios?, claro que si, vamos a anotar algunos textos del Nuevo Testamento empecemos con Mateo 24.
Mateo 24:12: “. . . y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.”
Nota: La palabra ‘maldad’ en griego es anomías que significa ‘transgresión de la ley’. Es decir, la generación final de impíos se caracterizará por ser transgresores de la ley. ¿Por qué condenaría Dios al mundo por transgresiones de una ley que caducó en la cruz?
Mateo 7:21-23: Muchos de los que reclaman el nombre de Jesús en el tiempo final serán transgresores de la ley. Estos cristianos falsos aun hicieron milagros y señales en el nombre de Jesús, pero eran transgresores de la ley:
“No todo el que me dice: “¡Señor, Señor!”, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: “Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?” 23 Entonces les declararé: “Nunca os conocí. ¡Apartaos de mí, hacedores de maldad!”
La NTV lo vierte de una manera mas textual al original:
El día del juicio, muchos me dirán: “¡Señor, Señor! Profetizamos en tu nombre, expulsamos demonios en tu nombre e hicimos muchos milagros en tu nombre”. 23 Pero yo les responderé: “Nunca los conocí. Aléjense de mí, ustedes, que violan las leyes de Dios”.
El pasaje más clave del todo el N.T es 1 Juan 3:4, donde declara que el pecado es transgresión de la ley (anomias): “Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley.”
Nota: La expresión ‘infracción de la ley’ es una sola palabra en griego, anomías.
Hebreos 1:7-9: La generación final de impíos estará en contraste con Jesús quien aborreció la maldad y amó la justicia porque la ley estaba escrita en su corazón: “Más del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; cetro de equidad es el cetro de tu reino. Has amado la justicia, y aborrecido la maldad, por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo, con óleo de alegría más que a tus compañeros.”
Mateo 23:28: Aun los que aparentan ser justos por fuera pueden ser transgresores de la ley por dentro. En otras palabras, el legalista es transgresor de la ley porque la motivación de su obediencia no es el amor: “Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.”
2.Cambiado la ordenanza (singular: Es una ordenanza en particular)
La palabra que se traduce ‘falsearon’ en la versión Reina Valera de 1960 se debe traducir mejor, ‘cambiaron’. La palabra hebrea se usa para describir a Labán quien cambió el salario de Jacob diez veces (Génesis 31:7; vea también Levítico 27:10). José se mudó o cambió la ropa cuando lo sacaron de la prisión (Génesis 41:14). La palabra también se traduce ‘quitará’ (Isaías 2:18). ¿Qué significa la palabra ‘ordenanza’?
Los mejores lexicógrafos hebreos explican que la raíz de la palabra choq significa ‘tallar o grabar cortando o grabando en piedra’. Según los eruditos del idioma hebreo, la palabra significa ‘grabar leyes sobre tablas de piedra o metal con el fin de colocarlos en un lugar público.” Jack P. Lewis, Theological Wordbook of the Old Testament, volume 1, p. 317 Según el léxico hebreo de Brown-Driver-Briggs la palabra significa: ‘cortar en, cortar sobre, grabar, inscribir, recalcar, demarcar.” La palabra aparece con frecuencia en el Antiguo Testamento junto con otras palabras tales como ‘palabra’, ‘testimonio’, ‘ley’, ‘juicio’ y ‘mandamiento’. “Los sinónimos de la palabra son mitswah, "mandamiento"; mishpat, "juicio"; berit, "pacto";torah, "ley"; y `edut, "testimonio." No es fácil distinguir entre estos sinónimos, pues a menudo se encuentran juntas.” Vine's Expository Dictionary of Biblical Words, Copyright (c) 1985, Thomas Nelson Publishers) La palabra se usa en la escritura reiteradas veces para denotar decretos inmutables que Dios estableció en la misma creación.
Por ejemplo, Dios emitió un decreto en la creación que mantiene al mar dentro de sus límites:
Proverbios 8:29: “Cuando ponía al mar su estatuto [choq: ordenanza, decreto], para que las aguas no traspasasen su mandamiento; cuando establecía los fundamentos de la tierra.”
Salmo 89:34: Más adelante Dios le prometió a David: “No violare mi pacto, ni mudaré lo que ha salido de mis labios.” Los diez mandamientos fueron grabados sobre tablas de piedra indicando así su permanencia y el hecho que no se podían cambiar. Los mandamientos fueron dados como decretos u ordenanzas al hombre.
Pero Daniel 7:25 nos dice que el cuerno pequeño (el papado) pensó que podía cambiar los tiempos y la ley de Dios. A esto se refiere Isaías 24:5. ¿Cuál cambio ha hecho el hombre en lo que estableció Dios en la creación y que se encuentra en su ley?
Concerniente a las dos instituciones que Dios estableció en la creación, se nos dice:
“Dios ha dado una sola razón por la cual una esposa puede dejar a su marido, o el marido a la esposa: el adulterio. Este asunto debe ser considerado con oración. El matrimonio fue constituido por Dios como una ordenanza divina, en la creación. La institución del matrimonio fue establecida en el Edén. El sábado del cuarto mandamiento también fue instituido en el Edén, cuando se pusieron los fundamentos del mundo, cuando las estrellas del alba alababan a Dios y se regocijaban los hijos de Dios. Por eso, dejemos que la institución del matrimonio, establecida por Dios, sea mantenida tan firme como el sábado del cuarto mandamiento.” Testimonios sobre la Conducta Sexual, el Divorcio y el Matrimonio, p. 181
“El Sábado fue santificado en ocasión de la creación. Tal cual fue ordenado [palabra clave] para el hombre, tuvo su origen cuando “las estrellas todas del alba alababan, y se regocijaban todos los hijos de Dios.” El Deseado de Todas las Gentes, p. 248
“El creador de los cielos y la tierra mandó: ‘el séptimo día es Sábado del Señor tu Dios, no harás ninguna obra en él.” Este mandato fue impuesto por el ejemplo del creador, proclamado por su propia voz e incorporado en el mismo seno del Decálogo. Pero el poder papal ha quitado está ordenanza divina y puesto en su lugar un día que Dios no santifico, en el cual no reposo, un festival que ha sido adorado por los paganos como ‘el día venerable del sol.’” Signs of the Times, septiembre 14, 1882
3. Quebrantaron el pacto sempiterno o Eterno.
Solo existe un pacto eterno entre el Padre y el hijo. Este pacto decía que en caso de que el hombre pecara, Cristo se ofrecería como sustituto para restaurar al hombre a su condición original. El pacto tenía dos aspectos: [1] la ley del pacto y [2] el sacrificio del pacto.
Complemento esta idea con una Cita del Espíritu de Profecía:
El Padre y el Hijo han jurado cumplir los términos del pacto eterno. “De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Cristo no estaba solo al consumar el gran sacrificio. Este era el cumplimiento del pacto convenido entre él y su Padre desde antes de la fundación del mundo. Se habían estrechado la mano al pronunciar la solemne promesa de que Cristo llegaría a ser el fiador de la raza humana si ésta era vencida por las sofisterías de Satanás. La salvación de la raza humana siempre ha sido el objeto de los concilios celestiales. El pacto de misericordia fue hecho antes de la fundación del mundo. Ha existido desde toda la eternidad y se lo llama el pacto eterno. (Dios nos Cuida 74.3-74.5)
La violación de la ley del pacto hacía necesario el sacrificio del pacto. Note las palabras de Deuteronomio 4:12-13 concernientes a la ley del pacto:
“. . . y habló Jehová con vosotros de en medio del fuego; oísteis la voz de sus palabras, Más a excepción de oír la voz, ninguna figura visteis. Y él os anunció su pacto, el cual os mandó poner por obra; los diez mandamientos, y los escribió en dos tablas de piedra.”
Mateo 26:27-28 y Hebreos 13:20, 21 describen el sacrificio del pacto:
“Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; 28 porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.” (Mateo 26:27-28)
“Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, 21 os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.” (Hebreos 13:20-21)
Hebreos 8:10-12 junta las dos ideas, perdón y obediencia: “Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en la mente de ellos, y sobre su corazón las escribiré; y seré a ellos por Dios, y ellos me serán a mí por pueblo; 11 Y ninguno enseñará a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce al Señor; porque todos me conocerán, desde el menor hasta el mayor de ellos. 12 Porque seré propicio a sus injusticias, y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades.”
El libro de Apocalipsis describe como el pueblo de Dios lavará las ropas de su carácter en la sangre del cordero: “Entonces uno de los ancianos habló, diciéndome: Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son, y de dónde han venido? 14 Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.” (Apo. 7:13-14)
Pero Apocalipsis también enfatiza que la generación final será odiada por Satanás porque guarda los mandamientos de Dios:
Apocalipsis 12:17; 14:12: “Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo.” (Apo. 12:17) “Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.” (Apo. 14:12)
El remanente vencerá a Satanás por la sangre del cordero y la palabra de su testimonio (Apocalipsis 12:11). Su vida justificada los llevará a obedecer a Dios aun a riesgo de su vida.
Siguiendo con nuestro estudio de Isaías, los versículos 18-20 dice: Isaías 24:18-20: “Y acontecerá que el que huyere de la voz del terror caerá en el foso; y el que saliere de en medio del foso será preso en la red; porque de lo alto se abrirán ventanas, y temblarán los cimientos de la tierra. Será quebrantada del todo la tierra, enteramente desmenuzada será la tierra, en gran manera será la tierra conmovida. 20 Temblará la tierra como un ebrio, y será removida como una choza; y se agravará sobre ella su pecado, y caerá, y nunca más se levantará.”
Nota: Este pasaje de Isaías nos recuerda uno paralelo en Apocalipsis 6:15-17 a donde los impíos se están escondiendo en las cuevas y rogando que las rocas caigan sobre ellos. También nos trae a la mente Apocalipsis 16:17-21 a donde se describe un terremoto impresionante en el contexto de la séptima plaga y la segunda venida.
Pero en medio de todo esto ¿Cuántos quedan? Ya lo hemos visto en Isaías 24:6: “Por esta causa la maldición consumió la tierra, y sus moradores fueron asolados; por esta causa fueron consumidos los habitantes de la tierra, y disminuyeron los hombres.” Esto de que quedara un remanente nos trae a la mente a los 144mil, del libro de Apocalipsis, aquello fieles del tiempo del fin. (Apocalipsis 7:4; 14:1-3)
El castigo de la hueste celestial y los reyes Isaías 24:21: Dos grupos serán castigados cuando Jesús venga, uno terrenal y el otro celestial: “Acontecerá en aquel día, que Jehová castigará al ejército de los cielos en lo alto, y a los reyes de la tierra sobre la tierra.”
Leo de Isaías 24:21 Nueva Versión Internacional: “En aquel día el SEÑOR castigará a los poderes celestiales en el cielo y a los reyes terrenales en la tierra.”
Nota: Apocalipsis 19:19, 20 describe el castigo de los reyes de la tierra. ¿Pero, quienes son los poderes celestiales que serán castigados al mismo tiempo?
Efesios 6 tiene la repuesta. Efesios 6:12: “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.” Nota: En las Escrituras las huestes celestiales son ángeles (vea 2 Crónicas 18:18; Lucas 2:13, 14) y la expresión ‘carne y sangre’ se refiere a seres humanos (Hebreos 2:14).
El apóstol Pablo aquí afirma que no estamos guerreando contra meros seres humanos sino contra ángeles caídos. En otro sitio el apóstol se refiere al capitán de estos seres como el ‘príncipe de la potestad del aire’ (Efesios 2:2).
La hueste celestial que Dios castigará en la segunda venida son Satanás y sus ángeles. Es importante notar que inmediatamente después de describir el castigo de los reyes de la tierra en Apocalipsis 19:19, 20 se describe el encadenamiento de Satanás.
Apocalipsis 19:19: Dios también castigará a los reyes de la tierra: “Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos, reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo, y contra su ejército.”
Pero ¿Cuál será el castigo? ¿Cuál será el castigo de los reyes de la tierra y la hueste celestial? El versículo siguiente (Isaías 24:22), primera parte: Satanás, sus ángeles y los impíos serán echados en prisión: “Y serán amontonados como se amontona a los encarcelados en mazmorra, y en prisión quedarán encerrados . . .” La palabra ‘mazmorra’ es interesante. En algunos textos del Antiguo Testamento se traduce ‘cisterna’.
Cuando José se encontró con sus hermanos en Dotán lo echaron en una cisterna: Génesis 37:24: “… y le tomaron y le echaron en la cisterna [literalmente ‘el hoyo’]; pero la cisterna estaba vacía, no había en ella agua.” Jeremías también fue echado por sus enemigos en una cisterna.
Jeremías 38:6: “Entonces tomaron ellos a Jeremías y lo hicieron echar en la cisterna de Malaquías hijo de Hamelec, que estaba en el patio de la cárcel; y metieron a Jeremías con sogas. Y en la cisterna no había agua, sino cieno, y se hundió Jeremías en el cieno.” Nota: Tanto José como Jeremías fueron echados en la cisterna estando vivos. La palabra que se traduce ‘cisterna’ no siempre se refiere a una cisterna.
A veces se refiere a un hoyo. En los casos de José y Jeremías la cisterna era un lugar de retención hasta que sus enemigos pudieran decidir qué hacer con ellos. El hoyo de retención no era tan solo un lugar para vivos. La palabra también se emplea como sinónimo del sepulcro, el lugar de retención para los muertos.
Por ejemplo Isaías 38:18: La palabra se traduce ‘sepulcro’: “Porque el Seol no te exaltará, ni te alabará la muerte; ni los que descienden al sepulcro esperarán tu verdad.” Salmo 30:3: La palabra se traduce ‘sepultura’: “Oh Jehová, hiciste subir mi alma del Seol; Me diste vida, para que no descendiese a la sepultura.” Proverbios 1:12: La palabra se traduce ‘abismo’: “Los tragaremos vivos como el Seol, y enteros, como los que caen en un abismo.” Jeremías 41:9: “Y la cisterna en que echó Ismael todos los cuerpos de los hombres que mató a causa de Gedalías, era la misma que había hecho el rey Asa a causa de Baasa rey de Israel; Ismael hijo de Netanías la llenó de muertos.”
Nota: El hoyo no es tan solo un lugar de retención para los vivos. La palabra se usa sinónimamente con la muerte, la sepultura y el abismo y como veremos en unos momentos, Satanás y sus ángeles quedarán confinados allí estando vivos mientras que los reyes de la tierra quedarán confinados por la muerte. La palabra ‘abismo’ en Apocalipsis 20 es sinónima con la palabra ‘hoyo’. ¿A dónde quedará confinado Satanás durante los mil años inmediatamente después de la segunda venida? Isaías 14:15 tiene la respuesta. Allí la palabra ‘hoyo’ se coloca en paralelismo sinónimo con el Seol.
Apocalipsis 20:2, 3: “Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años; 3 y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años; y después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo.” ¿En qué condición estarán los seguidores impíos de Satanás durante el milenio? Apocalipsis 20:5: “Pero los otros muertos no tornaron a vivir hasta que se cumplieran los mil años.”
¿Encarcelados por cuánto tiempo? ¿Por cuánto tiempo quedaran encarcelados en el abismo Satanás, sus ángeles y los impíos? Isaías 24:22 última parte: “. . . y serán castigados después de muchos días.” Note: Un análisis cuidadoso de Isaías 24:21, 22 indica que el castigo de Satanás, sus ángeles y los impíos constará de dos etapas. La primera etapa ocurre cuando son encarcelados al comenzar los ‘muchos días’ y la segunda cuando sean definitiva y finalmente castigados después que concluya este periodo de tiempo. Los ‘muchos días’ de Isaías se explican como ‘mil años’ en Apocalipsis 20. El castigo final de Satanás, sus ángeles y los impíos: Apocalipsis 20:7-9: “Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión, 8 y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena del mar. 9Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió. 10 Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.” Nota: Después de los mil años ‘los otros muertos’ resucitan (Apocalipsis 20:5) y Satanás recupera su poder para engañar. Fíjese que en Apocalipsis 20:7 se usa la misma palabra ‘prisión’ que se encuentra en Isaías 24:22. Satanás luego sufren la segunda y final etapa de su castigo. Desciende la nueva Jerusalén La Nueva Jerusalén descenderá del cielo después que terminen los ‘muchos días’: Apocalipsis 21:2: “Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.” El sol y la luna Isaías 24:23: La luna se avergonzará y el sol se confundirá en la ciudad: “La luna se avergonzará, y el sol se confundirá, cuando Jehová de los ejércitos reine en el monte de Sion y en Jerusalén, y delante de sus ancianos sea glorioso.” Apocalipsis 21:23: “La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera.”
Nota: El texto no afirma que no existirán el sol y la luna cuando Dios haga cielos y tierra nueva. Claramente existirán el ciclo semanal y mensual (vea Isaías 66:22, 23; Apocalipsis 22:2). Lo que si dice el texto es que en la ciudad no habrá necesidad del sol y la luna. La luz del sol y la luna sería como prender una linterna a medio día. La vida futura Aquí al igual que el Apocalipsis encontramos las bodas del cordero: Cito Isaías 25:6 NVI: “Sobre este monte, el Señor Todopoderoso preparará para todos los pueblos un banquete de manjares especiales, un banquete de vinos añejos, de manjares especiales y de selectos vino” Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios. (Apo. 19:9) Apocalipsis 21:1: “Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más.” ¿Qué hará Dios después de desarraigar el pecado del universo? Apocalipsis 21:4: “Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.” Isaías 25:8-9: “Destruirá a la muerte para siempre; y enjugará Jehová el Señor toda lágrima de todos los rostros; y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra; porque Jehová lo ha dicho. Se dirá en aquel día: «¡He aquí, éste es nuestro Dios! Le hemos esperado, y nos salvará. ¡Éste es Jehová, a quien hemos esperado! Nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación.»” Isaías 24:23: Jehová reinará ante sus ancianos gloriosamente. Esto se refiere al hecho que Dios reinará sobre el concilio celestial: “La luna se avergonzará, y el sol se confundirá, cuando Jehová de los ejércitos reine en el monte de Sion y en Jerusalén, y delante de sus ancianos sea glorioso.” Isaías 26:1-3 se describe cuando los redimidos estén en medio de la Ciudad: “En aquel día cantarán este cántico en tierra de Judá: Fuerte ciudad tenemos; salvación puso Dios por muros y antemuro. Abrid las puertas, y entrará la gente justa, guardadora de verdades. Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.” ¿Quiénes serán lo que entren en la ciudad? Aquellos que perseveran en Jesús. Breve repaso del Apocalipsis de Isaías. En Isaías 24-27 se halla una descripción de una catástrofe global que afligirá al planeta—la segunda venida de Cristo:
1. En ese evento catastrófico, Satanás, sus ángeles y los reyes de la tierra sufrirán la primera etapa de su castigo al ser echados en prisión para ser castigados después de ‘muchos días’.
2. Los ‘muchos días’ de Isaías equivalen a los mil años de Apocalipsis 20.
3. Después de los mil años Satanás, sus ángeles y los impíos sufrirán la segunda etapa de su castigo, la muerte segunda.
4. Después de los mil años, los justos estarán en la nueva Jerusalén y en el monte de Sion
5. En la ciudad brillará la gloria radiante de Dios y la luna se avergonzará y el sol se confundirá.
6. El capítulo en su totalidad describe eventos que ocurrirán en la segunda venida de Jesús, y durante y después del milenio. Esta profecía no se cumplió en el Antiguo Testamento así que debemos esperar su cumplimiento en el futuro.
Para finalizar me gustaría compartirles dos versículos, para que este puede ser nuestro pensamiento que se encuentra en 2 Pedro 1:19 que habla de la palabra profética que narra así:
“Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones”
Y Proverbios 29:18: Sin profecía el pueblo se desenfrena; Mas el que guarda la ley es bienaventurado.
Cita del Espíritu de Profecía: Hermanos, vosotros a quienes han sido reveladas las verdades de la Palabra de Dios, ¿qué papel desempeñaréis en las escenas finales de la historia de este mundo? ¿Comprendéis estas solemnes realidades? ¿Os percatáis de la gran obra de preparación que se está realizando en el cielo y en la tierra? Presten atención a las cosas que están escritas en las profecías todos los que han recibido la luz y que han tenido oportunidad de leerlas y oírlas; “porque el tiempo está cerca.” Nadie juegue ahora con el pecado, fuente de toda desgracia en nuestro mundo. Nadie permanezca ya en letargo y en el estupor de la indiferencia, ni deje que el destino de su alma dependa de una incertidumbre. Aseguraos de que estáis plenamente de parte del Señor. Preguntaos con corazones sinceros y labios temblorosos: “¿Quién podrá subsistir?” En estas últimas preciosas horas del tiempo de gracia, ¿habéis estado colocando el mejor material posible en el edificio de vuestro carácter? ¿Habéis estado purificando vuestras almas de toda mancha? ¿Habéis seguido la luz? ¿Habéis hecho obras correspondientes a vuestra profesión de fe? (Joyas de los Testimonios 3 11.3)
Que podamos atender a la palabra profética con la que el Apóstol la compara con una antorcha que ilumina, pues el tiempo está cerca. Dios los bendiga y que tengan un Feliz Sábado.
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