LA LEY INMUTABLE
Agosto 12, 1902
La Revista Adventista y el Heraldo Sabatico79, 32. E.J. Waggoner
El quebrantamiento de las tablas de la ley por Moisés no tuvo el menor efecto sobre la ley misma, y no lo tendría aun si el Señor no hubiera escrito la ley otra vez en otras tablas. "Porque hasta la ley el pecado estaba en el mundo; Y el pecado no es imputado cuando no hay ley". Romanos 5:13. La ley de Dios existía con toda su fuerza antes de que se diera desde el Monte Sinaí, tanto como después. Dios no le dijo en este momento a la gente nada nuevo, sino sólo "lo que fue desde el principio" (ARSH, 12 de agosto de 1902, pág. 9.1} Dios no está haciendo, y nunca ha hecho, nuevas leyes para Su pueblo. No, es más. Él nunca ha hecho una ley en absoluto. La ley que él ha ordenado porque en verdad solo hay una sólo es la declaración de Su propia vida eterna e inmutable. "Dios es amor", eso es su vida; Y su ley es amor; Por lo tanto, su ley es Su vida. Ahora Dios es; Su nombre es YO SOY; Y por lo tanto su ley es de eternidad a eternidad. El no impone arbitrariamente leyes sobre los hombres. No son los gobiernos de Dios como los gobiernos terrenales. Los legisladores terrenales se reúnen, idean y planean, y con mucha discusión hacen y emiten leyes que nunca pueden obrar justicia igual y exacta a todos, y que después necesitarán ser revisadas e enmendadas, incluso abolidas. Pero Dios no es un legislador. Él es el dador de la ley. Él no diseña leyes, sino que simplemente ordena lo que es, y las da a los hombres, poniéndolas en sus corazones. No requiere que sus súbditos conformen sus vidas a una ley que ha fijado arbitrariamente; Pero él les da a conocer las condiciones en las cuales depende la vida; En resumen, él les dice lo que es la vida, poniendo ante ellos la vida misma, para que la tomen. {ARSH 12 de agosto de 1902, p. 9,2} Por lo tanto, no se puede hablar de cambiar o abolir la ley de Dios. "Pero más fácil es que pasen el cielo y la tierra, que quede sin cumplirse una tilde de la ley", dijo Cristo. Lucas 16:17. Los hombres han pensado deshacerse de la Palabra de Dios, quemando todas las Biblias; Pero sus esfuerzos han sido de la misma eficacia como si hubieran intentado borrar el sol de la existencia colocando las persianas ante sus ventanas, o abolir el clima rompiendo todos los termómetros y barómetros. El tiempo no depende de esos instrumentos, que simplemente hacen conocer su estado; Y la Palabra de Dios no depende de ninguna declaración escrita de ella. Existió antes de que hubiera alguna Biblia, y permanecerá, para siempre exaltada en el cielo, cuando todos los libros sobre la tierra, incluyendo las Biblias, hayan sido quemados en los fuegos del último día. {ARSH 12 de agosto de 1902, p. 9,3} Cristo es la Piedra viviente, y en su corazón está la ley de Dios. Sólo una sombra de la ley aparece en los libros o en las tablas; La verdadera ley está viva. Las dos tablas de la ley -el corazón de Cristo- fueron también quebradas; Pero aun eso no puso fin a la ley, porque murió sólo para volver a vivir. Su corazón sobre el cual está escrita la ley, fue quebrantado, para que la ley pueda sernos emitida en una corriente de luz. Esta es la verdadera entrega de la ley. Así, por Sus llagas somos curados de todo pecado, -transgresión de la ley, -porque el Sol de justicia nuncase pone. Pero surge con sanidad en Sus alas. Su vida, mientras la aceptamos y nos rendimos a ella, obra en nosotros la justicia de la ley; Y porque la ley de la vida es eterna también tenemos vida eterna. {ARSH 12 de agosto de 1902, p. 9.4}
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