“Cumpliendo la ley” la revista adventista y el heraldo sabático 79,26 E. J. Wagoner
Una respuesta completa a cualquier persona que sea tan perversa que, ante la simple declaración de Cristo de que Él no vino a abolir la ley, dirá que Cristo cumple la ley aboliéndola, se encuentra en las palabras del texto: "magnificará la ley y engrandecerla ha". ¿Qué honor puede alguien dar a Cristo, y en qué clase de estima tiene su obra, que dice que Cristo destruye lo que es honorable, y santo, justo y bueno? {ARSH 1 de julio de 1902, p. 10.1} "Pero Él cumplió la ley", dice uno. Eso es exactamente lo que hizo. ¿Entonces qué? "Oh, entonces no necesitamos cumplirla; Ya que Él la cumplió, no tenemos nada que ver con ella". De hecho, eso suena muy extraño de los labios de quien profesa amar al Señor Jesús. Es muy fácil entender cómo alguien que dice: "No vamos a tener a este Hombre reinando sobre nosotros", puede decir: "No deseamos tener nada que ver con nada de lo que está relacionado con él". Pero ¿Por qué desearía un cristiano de estar separado de lo que forma su plenitud en Cristo? {ARSH 1 de julio de 1902, p. 10.2} "Pero no estamos bajo la ley." No, de hecho, gracias al Señor por eso. ¿Y por qué no estamos bajo la ley? Porque caminamos en ella. ¿Ha olvidado que el mensaje de consuelo prepara el camino del Señor? ¿Y que los limpios en el camino son los que andan en la ley del Señor? Salmos 119: 1-3. Somos librados de la ley, que nos condenó a muerte por nuestra transgresión, para que sirvamos en novedad de espíritu, y no en la vieja letra. Romanos 7: 4-6. Y eso está hecho por el cuerpo de Cristo, en el cual la ley encuentra su cumplimiento perfecto. Cuando estamos unidos a Cristo en perfección, entonces la misma plenitud de la ley será hallada en nosotros. La maldición de la ley no es para los que la cumplen, sino para los que no siguen todas las cosas que están escritas en ella. Gálatas 3: 10-13. Cristo nos ha redimido de la maldición de la ley; Es decir, nos ha redimido de la desobediencia, a la perfecta obediencia. - Verdad Presente. {ARSH 1 de julio de 1902, p. 10,3
1 Comentarios
Muy bueno!
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