"Como en los días de Noé"

  Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre. Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos. Lucas 17:26-27


Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre.

Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre. Mateo 24:37-39


Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre. Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos. Lucas 17:26-27 Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre. Mateo 24:37-39 


Mientras esperamos la venida del Señor tenemos que trabajar con diligencia. El saber que Cristo está a la puerta debe movernos a trabajar con más empeño por la salvación de nuestros semejantes. Así como Noé dió el aviso de Dios al pueblo antes del diluvio, así también todos los que entienden la palabra de Dios han de dar aviso al pueblo de esa generación. {CNS 167.3} 


“Mas como eran los días de Noé, así será la venida del Hijo del hombre. Porque como en los días antes del diluvio, estaban comiendo y bebiendo, casándose y dándose en matrimonio, hasta el día que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio, y los llevó a todos; así será la venida del Hijo del hombre.” Mateo 24:37-39. {CNS 167.4} 


Los contemporáneos de Noé abusaron de los dones de Dios. Su modo de comer y de beber los llevó a la glotonería y a la borrachera. Se olvidaron de Dios y se entregaron a toda clase de actos viles y abominables. {CNS 167.5}

 

“Vió Jehová que era mucha la maldad del hombre en la tierra, y que toda imaginación de los pensamientos de su corazón era solamente mala todos los días.” Génesis 6:5. Por su perversidad aquella gente fué destruída. {CNS 168.1}

 

Lo mismo hacen los hombres hoy. La glotonería, la intemperancia, las pasiones indómitas, las prácticas malignas llenan la tierra de perversidad. {CNS 168.2} 


En los días de Noé la tierra fué destruída por agua. La palabra de Dios nos enseña que ahora será destruída por el fuego. {CNS 168.3} 


“Por la palabra de Dios; ... el mundo de entonces pereció, anegado en agua: pero los cielos de ahora y la tierra, por la misma palabra están guardados para el fuego, siendo reservados para el día del juicio y de la destrucción de los hombres inicuos.” 2 Pedro 3:5-7. {CNS 168.4} 


La gente de antes del diluvio se burlaba de los avisos de Dios. Llamaba a Noé fanático y alarmista. Había hombres notables e instruídos que declaraban que un diluvio como el anunciado por Noé no se había visto nunca, y que nunca se verificaría. {CNS 168.5}

 

Hoy día se presta poca atención a la Palabra de Dios. Los hombres se ríen de los avisos de ella. Muchos dicen que todo sigue como desde el principio del mundo y que nada hay que temer. {CNS 168.6}

 

Mientras tanto, la destrucción se acerca. Mientras los hombres preguntan en son de burla: “¿Dónde está su prometido advenimiento?” las señales se están cumpliendo. {CNS 168.7}


 “Cuando los hombres estén diciendo: ¡Paz y seguridad! entonces mismo vendrá sobre ellos repentina destrucción, ... y no podrán escaparse.” 1 Tesalonicenses 5:3. {CNS 168.8}

 

Cristo declara: “Recuerda pues lo que has recibido y has oído; y guárdalo, y arrepiéntete. Si por tanto no vigilares, yo vendré como ladrón, y tú no sabrás a qué hora vendré sobre ti.” Apocalipsis 3:3. {CNS 169.1}

 

Hoy también los hombres comen y beben, plantan y edifican, se casan y se dan en casamiento. Los mercaderes aún compran y venden. Los hombres luchan por alcanzar las posiciones más elevadas. Los amadores de placeres atestan los teatros, asisten a las carreras de caballos y llenan los salones de juegos. Por doquiera abunda el desenfreno y sin embargo el día de la prueba se apresura y muy pronto la puerta de la misericordia se cerrará para siempre. {CNS 169.2}


 Para nosotros fueron pronunciadas estas palabras amonestadoras del Salvador: {CNS 169.3} 


“Mirad, pues, por vosotros mismos, no sea que vuestros corazones sean entorpecidos con la glotonería, y la embriaguez, y los cuidados de esta vida, y así os sobrevenga de improviso aquel día.” {CNS 169.4} “¡Velad, pues, en todo tiempo, y orad, a fin de que logréis evitar todas estas cosas que van a suceder, y estar en pie delante del Hijo del hombre!” Lucas 21:34, 36. {CNS 169.5} 


“Satanás tiene el propósito de atraer a las ciudades a los hombres y a las mujeres, y con el fin de lograrlo inventa toda clase de novedades y diversiones, y toda clase de cosas excitantes. Y las ciudades de la Tierra están llegando a ser hoy como las ciudades que existían antes del diluvio...” (Mensajes selectos, t. 2, págs. 407, 408 [1908]). {CC 18.3}


 “Deberíamos sentir una preocupación constante al observar el cumplimiento de las palabras de Cristo: ‘Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre’ (Mat. 24:37). En los días que precedieron al diluvio se inventaban todo tipo de diversiones para conducir a hombres y a mujeres al descuido y al pecado. Hoy, en 1 908, Satanás está obrando intensamente para que prevalezcan las mismas condiciones de maldad. Y la Tierra se está corrompiendo. Los profesos cristianos respetarán muy poco la libertad religiosa, porque muchos de ellos no tienen ninguna comprensión de las cosas espirituales. {CC 18.4} 


“No podemos dejar de ver que el fin del mundo se acerca. Satanás está obrando en la mente de hombres y mujeres, y muchos parecen sentirse invadidos por el deseo de diversión y excitación. Como en los días de Noé, está aumentando la maldad en todas sus formas. El divorcio y el matrimonio están a la orden del día. En un tiempo como el presente, quienes procuran guardar los mandamientos de Dios deberían buscar lugares apartados, lejos de las ciudades...” (Manuscrito 85, 1908). {CC 19.1}

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